Vero y Bel conversando. |
Este proyecto se enmarca en el objetivo general de la “Asociación Civil Calidoscopio” como un espacio que fomenta la inclusión de personas con discapacidad a la sociedad.
Señeros concibe a esta vía de comunicación como pilar fundamental de la identidad de la comunidad sorda. Esta lengua es la característica distintiva que da sentido a su grupo de pertenencia, es aquella con la que los niños a los largo de su educación, pueden identificarse, es a través de la cual toda la comunidad sorda puede lograr la apropiación de su entorno.
Segun han señalado Schlesinger y Meadow la sordera profunda es mucho más que un diagnóstico médico: es un fenómeno cultural, en el que los modelos y los problemas sociales, linguísticos e intelectuales están estrechamente vinculados.
Desde este proyecto intentamos que los que presentan discapacidad, en este caso sensorial, sean ante todo considerados PERSONAS, y no reconocidos sólo por su carencia como si esta última fuera su característica esencial. La construcción de la propia identidad siempre es un proceso dinámico ya que uno se construye en relación con el otro.
Lo que « Señeros » pretende es fomentar que se logre la verdadera comunión con ese “otro”, la relación recíproca. Este proceso no es unidireccional, todo lo contrario, es un encuentro con el otro y entre ambos se establece verdaderamente el vínculo comunicativo.
Señeros propicia un servicio de enseñanza destinado a personas que pretenden sumarse a este desafío integrador. A través de la construcción de un espacio recreativo, un área de estimulación sensitiva, recreando las formas y codificaciones tradicionales vinculadas a la Lengua de Señas Argentina, generando un encuentro con la creación y con las distintas formas de expresión.
Abordará estos principios a través de material teórico, con lectura de distintos autores, provenientes de la educación para personas con “perturbación del lenguaje y deficiencia auditiva”, conjuntamente mediante ejercicios y la práctica de expresión gestual utilizando rasgos no manuales, liberando al cuerpo para que este sea la vía, el instrumento, y la herramienta de expresión.
Las clases se dividirán en tres momentos fundamentales. La teoría a través del vocabulario, la práctica por la ejercitación y los trabajos grupales de expresión corporal y gestual.
Estas se irán modificando, avanzando y/o acomodando según las características y necesidades del grupo.
En la transmisión de la Lengua de Señas se desarrollará la misma metodología durante los seis niveles. Estos son cuatrimestrales, desarrollados en dos horas semanales, con el acompañamiento de profesores: intérpretes y sordos.
El desarrollo de los materiales para la enseñanza es una premisa fundamental, otorgada desde el curso. El léxico propio de la Lengua es abordado por la instructora sorda, que a modo dinámico y por medio de juegos enseña el vocabulario tal. Integrándolo a contextos comunicativos y brindando información sobre sus usos. El trabajo es conjunto entre ambas instructoras.
Las clases son de una formación y desarrollo no formal para poder propiciar un entorno acorde a los trabajos corporales los cuales implican desarticular la formalidad y rigidez de la enseñanza clásica.
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